miércoles, 28 de septiembre de 2011

Alejandra Pizarnik

Este 25 de setiembre se celebró 39 años de la desaparición de Alejandra Pizarnik.
Aquí un homenaje.



POEMA

Tú eliges el lugar de la herida
en donde hablamos nuestro silencio.
Tú haces de mi vida
esta ceremonia demasiado pura.


EN TU ANIVERSARIO

Recibe este rostro mío, mudo, mendigo.
Recibe este amor que te pido
Recibe lo que hay en mí que eres tú.


PRESENCIA

Tu voz
en este no poder salirse las cosas
de mi mirada
ellas se desposeen
hacen de mí un barco sobre un río de piedras
si no es tu voz
lluvia sola en mi silencio de fiebres
tú me desatas los ojos
y por favor
que me hables
siempre.


LOS TRABAJOS Y LAS NOCHES

para reconocer en la sed mi emblema
para significar el único sueño
para no sustentarme nunca de nuevo en el amor.

he sido toda ofrenda
en puro errar
de loba en el bosque
en la noche de los cuerpos

para decir la palabra inocente


CANTORA NOCTURNA
                             Joe, macht die Musik von damals nacht...

La que murió de su vestido azul está cantando. Cantada imbuida de muerte al sol de su ebriedad. Adentro de su canción hay un vestido azul, hay un caballo blanco, hay un corazón verde tatuado con los ecos de los latidos de su corazón muerto. Expuesta a todas las perdiciones, ella canta junto a una niña extraviada que es ella: su amuleto de la buena suerte. Y a pesar de la niebla verde en los labios y del frío gris en los ojos, su voz corroe la distancia que se abre entre la sed y la mano que busca el vaso. Ella canta.

A Olga Orozco


VÉRTIGOS O CONTEMPLACIÓN DE ALGO QUE TERMINA

Esta lila se deshoja.
Desde sí misma cae
y oculta su antigua sombra.
He de morir de cosas así.


FRAGMENTOS PARA DOMINAR EL SILENCIO

I

Las fuerzas del lenguaje son las damas solitarias, desoladas, que cantan a través de mi voz que escucho a lo lejos. Y lejos, en la negra arena, yace una niña densa de música ancestral. ¿Dónde la verdadera muerte? He querido iluminarme a la luz de mi falda de luz. Los ramos se mueren en la memoria. La yacente anida en mí con su máscara de loba. La que no pudo más e imploró llamas y ardimos.

II

Cuando hablo a la casa del lenguaje se le vuela el tejado y las palabras no guarecen, yo hablo.

Las damas de rojo se extraviaron dentro de sus máscaras aunque regresarán para sollozar entre flores.

No es muda  la muerte. Escucho el canto de los enlutados sellar las hendiduras del silencio. Escucho tu dulcísimo llanto florecer mi silencio gris.

III

La muerte ha restituido al silencio su prestigio hechizante. Y yo no diré mi poema y yo he decirlo. Aun si el poema (aquí, ahora) no tiene sentido, no tiene destino.


COLD IN HAND BLUES

y qué es lo que vas a decir
voy a decir solamente algo
y qué es lo que vas hacer
voy a ocultarme en el lenguaje
y por qué 
tengo miedo







lunes, 19 de septiembre de 2011

Jesús Abascal

NEVERMORE

Realmente, él no llegó a tener conciencia de lo que representaba aquel destello increíble enceguecedor. Cuando el sonido decidió justificar abrumadoramente la presencia de la luz, el hombre no era ya más que una sombra. Tal vez hubieran bastado fracciones de segundo para hacerle comprender al infeliz lo que significaba semejante estallido luminoso. Pero ocurrió que, a partir de aquel instante, el tiempo se detuvo para siempre. Y entonces ya nadie pudo explicárselo. 


EL ENVIADO

Corrió hacia la boca del pozo como un desesperado. De las profundas aguas de su interior, a más de un centenar de pies de la superficie, los quejidos se hacían más prolongados y estremecedores. Moisés se inclinó  sobre el brocal de piedras y asomó la sudorosa cabeza por el oscuro e impenetrable círculo. Abajo, alguien se ahogaba. Con solo echar una soga el infeliz podría salvarse. Moisés tenía en sus manos la vida de aquel hombre. Afirmándose con cuidado en las piedras, Moisés, gritó con decisión: "Hermano, no te angusties más que tu agonía ha terminado!" Al escuchar este mensaje redentor el desdichado inmerso columbró un luminoso rayo de esperanza. Y con la voz ronca y entrecortada sollozó con inmensa gratitud: "¡Gracias, Dios mío, por oír mis plegarias!" Entonces Moisés instrumento del Altísimo, cumplió la promesa que había hecho. Y tomando entre sus recios brazos una pesada rueda de hierro que había cerca, la dejó caer con todas sus fuerzas ningún otro lamento. Moisés se retiró discretamente para continuar sus labores.


EL JUGLAR

Era un poeta puro. Un gran poeta. Había vivido y sufrido y llorado. En su momento y lugar había también liquidado su deuda con el destino, muriendo oscuramente de una enfermedad vulgar encima de una cama ajena y sucia. Durante años estuvo madurando su obra, una obra profunda, plena de lirismo y envuelta en tono elegíaco, a la vez, que confundió a los críticos y conmovió a todos los literatos de su época. Lo curioso es que toda esa obra, la obra conseguida a través de una vida entera, de una vida de sueños y de realidades, se limitaban a un solo y único poema, escrito pacientemente sin escatimar ningún esfuerzo. Bajo el título ambicioso -se comprende- de "Meditación de un hombre simple", el poeta había encerrado toda su experiencia, todo su arte y toda su exquisita sensibilidad, en una sola estrofa, una estrofa breve de cuatro versos y cada verso de una sola palabra. En muchas antologías figuraba el texto completo de esta obra maestra. Decía así: 
Ya
           no 
                            hay 
                                                     tiempo...



OSCUROS HABENT ET NON VIDEBUNT
(Variaciones sobre un divertimiento ajeno)

Sólo quienes toman sosegadamente aquello
 por lo cual se atarea la gente del mundo, pueden
atarearse por aquello que la gente   del   
mundo  toma sosegadamente.
Changa Chao

Kamot comenzó a subir por la escalera en espiral. Apenas si había asecendido por una docena de peldaños cuando escuchó la voz de un vecino hablándole desde abajo:
-¿Adónde vas, Kamot?
-A la buhardilla - comentó el anciano.
-¿Qué buscas allí? -preguntó el vecino.
-Un gato negro -respondió el filosofo.
-Kamot, amigo mio... Bien sabes que aquello está completamente a oscuras... -dijo el otro en un tono indulgente.
-Lo sé -contestó el pensador.
-... Y además, dentro no hay ningún gato -insistió el vecino.
-Por eso lo busco -concluyó el sabio.
Y siguió subiendo la escalera.


INGRATITUD

La música le permitía, posiblemente, una suerte de comunicación consigo mismo que él apreciaba extraordinariamente. Entonces me pregunto, ¿por qué alcanzó aquella definitiva paz interior cuando quedó completamente sordo?


Extraído de Staccato, Editorial Unión, La Habana, 1967

lunes, 12 de septiembre de 2011

Laura Rosales





PIZARNIK

He perdido el alma
en una cadena de ceniza.

La sensación de vivir
es una estatua vigilada
por la niebla de tu silencio
y de tu música
que no puede morirse
porque vienes siempre a mí
por la senda equivocada
de castillos destruidos
muñecas degolladas
y libélulas sordas.

Electrizada conmigo
frente al sauce
despierta.


HOKUSAI


La proa de una mano
dibuja un castillo en el tiempo

la tarde la sepulta como a un sol
mano del animal rodando
sobre el moho del mundo

montaña criptada por la niebla
espadachines saludan desde lejos

flauta de azúcar
en el ojo del sauce
azul la voz del león blanco

sueños de pájaro cometa
música de bambúes
salida del tintero

tintero triste
ahogado
en hermosura

***
De niña me enamoré
de un pájaro muerto,
el eco de su clamor brujo
golpeaba lirios en mi jardín.

Sus ojos desbordaban
un río de espuma,
sus alas triangulares
campanadas de catedral
sobre el papel.

Por esos días
me enamoré también:
del viento
de la lluvia
y de los hombres.

Verdadero amor,
pienso.



Un día yo despertaré
pálida con un traje de plumas
con un corsé ahogando
la infinita canción de mis ojos.


A Joe

Toda la sal al viento
nada de simulacros.
La eternidad se abre
ante el canto
de un langspil
que ama.
Mar,
corpóreo pájaro de luz,
espada acariciando
el venir de la aurora.
El pájaro es pájaro
su sombra, yo.
Paisaje marino
somos de Bach
de Varo y de Tilsa,
aquí pulsa una música azul,
fiesta en el corazón
y cantas.


I

Ella escala la aurora al descubierto.
Ella conoce los sonidos de la sombras.
Ella se camufla entre sábanas colmadas
de penurias y deseos.
Ella se desnuda frente al espejo.

(Preferiría no tener ojos)


V

¿Acaso no he pronunciado
lo suficiente mi cuerpo al alba
dándole tantos significados
como materia inútil
o ataúd de células
exasperadas por el silencio?

Mi cuerpo es una playa solitaria
que vomita un eco amargo...

Mi cuerpo es solo un cuerpo.


XII

Al primer grito
comenzó mi silencio.
Todo lo que digo ahora,
es un río que nadie busca
una calle que nadie busca
un péndulo inmóvil.

Mi voz existe en la memoria
No aquí.

Poemas extraídos del libro VON (2011).


Laura Rosales (Lima, 1989) es una destacada poeta. Poemas suyos han sido publicados en revistas impresas y virtuales. En el 2009 obtuvo el primer puesto en el IX Concurso de Cuento Juvenil "César Vallejo", organizado por el INC y la Municipalidad Provincial de Trujillo. Ha sido antologada en Suicidas Sub21 (Mondo Kronhela Literatura, Argentina). Actualmente forma parte del comité editorial de la revista de creación Ónice.