Por: Armando Alzamora
La historia se divide en diez capítulos. Reina, una mosca minusválida, va a comprar vino para Sixto Zumbido, su padre
alcohólico, un personaje peculiar obsesionado con fundar una revista que reúna escultores de vanguardia: ¡Hay que hacer algo por el arte! Mientras Reina deambula, en medio de un basural oscuro, es
arrastrada por un perro rengo hacia un rincón y es ultrajada. Los ruegos
de la pobre no son atendidos por el ansioso violador que se apresura en
cometer su crimen. En un momento confuso, la mosca siente que el cuerpo
caliente del perro se separa de ella abruptamente; inmediatamente una
mano amiga la socorre. Un
perro la rescata del temible violador y huyen de la escena. El héroe
canino la acompaña hasta su casa en donde explica a los padres de lo
sucedido. La familia acoge al salvador llamado Dante y se encariñan con
él. Tiempo después, el perro pide la mano de Reina. Se unen en medio de
unas nupcias pomposas.
Pasan 20 años, los esposos trabajan duro para subsistir entregando ''faxes'' de puerta en puerta en la extraña ciudad de Buenos Aires. Reina está cansada de tanta monotonía, siente un vacío espiritual que no puede explicarse. En cierta ocasión, mientras trabajaba, cae desmayada. Reina vuelve a la casa y sube a la azotea. Desde ahí, sentada en su silla de ruedas, contempla el atardecer, enmudecida, tratando de responderse tantas preguntas. Entonces tiene una visión: ve a su esposo acercándose a ella, sonriéndole y rengueando. Su descubrimiento la sorprende. Da la vuelta y ve que su esposo ha llegado a casa. Lo ve cojeando, preocupado, queriendo averiguar por su salud. Reina lo encara acusándolo de violación. Dante niega el crimen, se indigna, pero no puede evitar el accidente: Reina, al querer apartarse, cae del techo hacia la calle y la dan por muerta. Por suerte es rescatada por un grupo de feministas que solía visitarla para darle charlas sobre igualdad de género.
Ya a salvo, denuncia a su esposo como el presunto violador del basural. El descargo que da Dante de lo sucedido es más que fabuloso: ''Yo era una joven ambicioso. Quería fundar una revista que se llamara la Ciencia de la Realidad. Un día un vidente, que no fue otro que Sixto Zumbido, descubrió en mí un futuro de escultor, pero un futuro lejano, más allá de las reencarnaciones que esperaban al miserable perro de la calle que yo era. Para llegar a ser escultor debía pasar por todas las muertes de la evolución, en ascenso. En el estadio en que me encontraba, bastaba con una buena acción, una minúscula buena acción: salvar d euna violación a una mosca. ¿Pero dónde encontrar, en los laberintos de la realidad, una mosca en trance de ser violada? Yo quería ser un ingeniero d ela realidad, pero encontrar agujas perdidas en un pajar era demasiado para mí. Así que fabriqué la ocasión yo mismo, como un artista. ¿Cuál es mi culpa?'' (p. 86). De esta manera, tragica e irónicamente, se entrelazan las culpabilidades de ambos personajes: padre y esposo como artífices de la desgracia de Reina.
La novela termina con un capítulo extrañísimo y alegórico titulado ''Más allá de la evolución'', en donde se relata brevemente el encuentro de dos revistas, muchos siglos después, en algún lugar del universo: ¡Hay que hacer algo por el arte! y La ciencia de la Realidad.
Tal es la historia de Dante y Reina, novela experimental de César Aira publicada por la Editorial Mansalva. El estilo, lírico y fragmentario, destila rastros de Juan Emar, dotando de un mayor extrañamiento al relato que poco a poco se va hundiendo en una atmósfera de ensueño. El texto viene acompañado de unas acuarelas de Max Cachimba, reconocido artista argentino. Una lectura recomendable que nos permitirá acercarnos a las innovadoras propuestas de Aira.
César Aira. Dante y Reina. Editorial Mansalva. Buenos Aires: 2009. 91 pp.
Pasan 20 años, los esposos trabajan duro para subsistir entregando ''faxes'' de puerta en puerta en la extraña ciudad de Buenos Aires. Reina está cansada de tanta monotonía, siente un vacío espiritual que no puede explicarse. En cierta ocasión, mientras trabajaba, cae desmayada. Reina vuelve a la casa y sube a la azotea. Desde ahí, sentada en su silla de ruedas, contempla el atardecer, enmudecida, tratando de responderse tantas preguntas. Entonces tiene una visión: ve a su esposo acercándose a ella, sonriéndole y rengueando. Su descubrimiento la sorprende. Da la vuelta y ve que su esposo ha llegado a casa. Lo ve cojeando, preocupado, queriendo averiguar por su salud. Reina lo encara acusándolo de violación. Dante niega el crimen, se indigna, pero no puede evitar el accidente: Reina, al querer apartarse, cae del techo hacia la calle y la dan por muerta. Por suerte es rescatada por un grupo de feministas que solía visitarla para darle charlas sobre igualdad de género.
Ya a salvo, denuncia a su esposo como el presunto violador del basural. El descargo que da Dante de lo sucedido es más que fabuloso: ''Yo era una joven ambicioso. Quería fundar una revista que se llamara la Ciencia de la Realidad. Un día un vidente, que no fue otro que Sixto Zumbido, descubrió en mí un futuro de escultor, pero un futuro lejano, más allá de las reencarnaciones que esperaban al miserable perro de la calle que yo era. Para llegar a ser escultor debía pasar por todas las muertes de la evolución, en ascenso. En el estadio en que me encontraba, bastaba con una buena acción, una minúscula buena acción: salvar d euna violación a una mosca. ¿Pero dónde encontrar, en los laberintos de la realidad, una mosca en trance de ser violada? Yo quería ser un ingeniero d ela realidad, pero encontrar agujas perdidas en un pajar era demasiado para mí. Así que fabriqué la ocasión yo mismo, como un artista. ¿Cuál es mi culpa?'' (p. 86). De esta manera, tragica e irónicamente, se entrelazan las culpabilidades de ambos personajes: padre y esposo como artífices de la desgracia de Reina.
La novela termina con un capítulo extrañísimo y alegórico titulado ''Más allá de la evolución'', en donde se relata brevemente el encuentro de dos revistas, muchos siglos después, en algún lugar del universo: ¡Hay que hacer algo por el arte! y La ciencia de la Realidad.
Tal es la historia de Dante y Reina, novela experimental de César Aira publicada por la Editorial Mansalva. El estilo, lírico y fragmentario, destila rastros de Juan Emar, dotando de un mayor extrañamiento al relato que poco a poco se va hundiendo en una atmósfera de ensueño. El texto viene acompañado de unas acuarelas de Max Cachimba, reconocido artista argentino. Una lectura recomendable que nos permitirá acercarnos a las innovadoras propuestas de Aira.
César Aira. Dante y Reina. Editorial Mansalva. Buenos Aires: 2009. 91 pp.