viernes, 2 de noviembre de 2007

Marco Denevi



EL TRABAJO Nº 13 DE HERCULES*

Según el apócrifo Apolodoro (Biblioteca, II), "Hércules permaneció cincuenta días en casa de Tespio. Éste era padre de cincuenta hijas, que había tenido de Megamedes. Tespio deseaba que sus hijas tuviesen hijos de Hércules, para lo cual, mientras el héroe vivió en su casa, al regreso de sus cacerías, ponía a una de ellas en el lecho de Hércules, quien, creído que era siempre la misma, las amó a todas ". El pormenor que Apodoloro se saltea (o desconoce) es que las cincuenta hijas de Tespio eran vírgenes. De modo que Hércules, corto de entendederas como todos los forzudos, siempre consideró que el más arduo de sus trabajos, mucho más que los famosos doce, había sido desflorar a la única hija de Tespio.

(Omar Denice: Apostillas a los clásicos. Madrid, 1945)



DIEZ EJERCICIOS*

1. Un joven ambicioso

Cierto día el rey Carlos IV de España, habiéndose enterado de que su consorte María Luisa le ponía los cuernos con el favorito Manuel Godoy, encaró enérgicamente al traidor:

-¡De modo, jovencito, que sois el amante de mi mujer!

Godoy parpadeó, estupecfacto.

- Os equivocais, señor -balbuceó-. Yo sólo soy el amante de la reina.

Satisfecho con la explicación, Carlos IV no volvió a tocar el Tema


2. El Maestro

Sumamente amable con su discípulo, lo rodea de atenciones, lo estimula en el trabajo, le dice que es un joven muy inteligente, que está muy bien dotado, le pronostica un porvenir brillante. Cuando le corrige algún yerro le pide disculpas. En general le señala aciertos. Pero un día el maestro frunce las cejas, tuerce la boca, por primera vez hablña en un tono autoritario y colérico: - ¡Te equivocaste! ¿Dónde tienes la cabeza? Has cometido errores garrafales. Entonces el discípulo, cortésmente, le da la mano y se despide de su maestro. Ha comprendido que ahora él es, también, Maestro.

3. Amistades peligrosas

Cuando Oscar Wilde fue sometido a proceso, sus amigos más intimos sufrieron, por la dudas, una crisis de satiriasis que los llevó a la muerte.

4. La prudencia en la mujer

Requerida de amores al mismo tiempo por un pastor y por el rey Salomón, la Sulamita no duda. Alguna tonta, borracha de romanticismo, elegiría al pastor, con lo que, al cabo de la luna de miel, empezaría a soñar con las riquezas y los palacios del rey Salomón y ese sueño le estropearía su vida junto al pastor. La Sulamita opta por Salomón y después, cuando sueñe con el pastor, sus sueño de contigo pan y cebolla la enaltecerán ante sus propios ojos.


5. Secretos orígenes del donjuanismo

En su primera juventud don Juan Tenorio estuvo casado con una de esas mujeres de las que Chamfort escribió que, como no se las puede abandonar, es preciso engañarlas.


6. Metáforas del héroe

Jonás hostiga a la ballena, la provoca, la insulta, le dice que se aprovecha de los peces pequeños pero que es incapaz de devorar a un hombre, la llama mojarrita, arenque y otros epítetos injuriosos. Al fin la ballena, harta, se traga a Jonás sin hacerle el menor daño. Una vez dentro del vientre de la ballena, Jonás empieza a correr de aquí para allá, da puñetazos y puntapiés, profiere terribles alaridos. Al cabo de una hora la ballena, enferma de náuseas, lo vomita sobre una playa. Desde entonces Jonás cuenta a todo el mundo sus aventuras con la ballena, inventa episodios fabulosos o sangrientos, convierte la hora que pasó dentro del estómago de la ballena en días, en meses, en años enteros. Afirma que la ballena le tuvo miedo.


7. El discípulo
Durante largo tiempo el discípulo es atendido por un ayudante del Maestro. ¿Cuándo conoceré al al maestro?, pregunta el discípulo. Todas las veces el ayudante le responde de mal modo: Cuando seas digno de él. El discípulo inclina humildemente la cabeza y estudia con ardor para ser digno del Maestro. Hasta que comprende que el ayudante es el propio Maestro y que ha sido él, el discípulo, quien lo rebajó de categoría. El Maestro lo había sabido desde el primer momento y se había vengado con aquella arrogante contestación.



8. Moral sexual de las mujeres de Tracia
Rabiosas porque Orfeo, viudo inconsolable de Eurídice, las trataba con indiferencia, lo acusaron de ser afecto al vicio griego y después, para castigarlo por ese vicio, lo mataron.


9. Genio práctico femenino

De regreso de la guerra. Ulises llega a la casa de la maga Hals y, entre otros episodios de la Ilíada, le cuenta el del caballo de Troya. No ha terminado de contarlo cuando ya Hals, enamorada de Ulises, se levanta y va a construir, a escondidas de él, un caballo de madera donde encerrarlo para que no se escape.

10. Los amores complicados

Otelo no cree en absoluto que Desdémona lo engañe. Pero finge creerlo, finge dar crédito a los chismes de Yago, le hace a Desdémona terribles escenas porque la ama y quiere seguir amándola: sólo que su amor necesita, para no extinguirse entre bostezos, el estímulo de los celos, del patetismo de las sucesivas peleas y reconciliaciones. Desgraciadamente Otelo levanta tanto barullo a propósito de las supuestas infidelidades de Desdémona que se ve obligado, para no pasar por marido cornudo ante los ojos de los demás, a castigar a esa pobre inocente.


Fuente: Inédito

* Extraídos: "Cuentos argentinos con humor". Fernando Sorrentino. Editorial plus ultra. Buenos Aires. 1984